el riad es un chasco total. la habitación tenía un baño tan sucio que me ofrecieron cortinas a juego con las manchas, y el personal nunca se preocupó por mi comodidad. esperaba un trato de primera, pero ni un gesto generoso me ofrecieron. casi me animo a escribir una buena crítica, pero no pude.

El personal fue muy amable y servicial durante nuestra estancia.

La habitación que nos asignaron tenía un olor desagradable y la limpieza dejaba mucho que desear. El baño estaba sucio y tenía un aspecto descuidado. Además, la cama era incómoda y me desperté con dolores de espalda, lo cual arruinó mis planes de disfrutar Oporto plenamente.

Un patio encantador para el desayuno

El desayuno en el patio fue un placer diario. cada mañana, disfrutábamos de frutas frescas y café mientras planeábamos nuestras aventuras en Oporto. El personal siempre estaba dispuesto a ayudar y fueron muy amables con nosotros.

El edificio es antiguo, y eso se nota en la falta de ascensor, lo que hace que subir y bajar escaleras con maletas sea complicado. tuvimos problemas con el ruido de la calle durante las noches, especialmente por el club nocturno cercano.

La decoración marroquí me encantó, y el ambiente acogedor del patio hizo que las mañanas con desayuno fueran geniales. El personal es increíblemente amable y siempre estuvo listo para ayudar.

La ubicación es fabulosa, y la decoración marroquí le da un toque especial. El patio con esas sombrillas es perfecto para descansar tras un día de exploración.

La habitación parecía una buhardilla oscura, seguro que estaba pensada para hobbits.

Toda la cocina a disposición.

Decoración árabe encantadora, personal extremadamente amable, habitaciones luminosas y limpias – excelente elección.

El personal fue muy amable y hay bar/lounge, pero la cama era incómoda.

me alojé un fin de semana en oporto y superó mis expectativas. la habitación contaba con terraza interior, donde disfrutamos mucho. además, el desayuno era simple pero incluía yogures y frutas, lo que fue un gran detalle.

falta de variedad en el desayuno.

La habitación era algo vieja, con un baño que necesitaba una mano de pintura. La cama no era muy cómoda, el colchón estaba deformado y los muelles se notaban. había un tragaluz que daba al pasillo, lo que podía molestar para dormir. La limpieza era aceptable, aunque había algo de polvo. En general, esperabas más por el precio.

Oporto me dio un festín de sabores. Desayuné en el Restaurante Portucale, donde los bollos recién horneados me volaron la cabeza. disfruté de un café en el Café Ponto de Encontro, que es un lugar perfecto para comenzar el día. Además, la habitación era cómoda y no puedo dejar de mencionar la excelente relación calidad-precio.

Si algo jugueteó un poco con mi paciencia fue que no hay ascensor, así que subir varias plantas con la maleta es un rollo. Aunque el personal fue genérico, y la habitación tenía poca ventilación, lo que hacía que se sintiera algo húmeda. Para una noche estuvo bien, pero no sé si aguantaría más tiempo.

Una estancia con oportunidades de mejora

El lugar tiene un encanto especial, pero las instalaciones del baño necesitan atención. La decoración árabe agrega un toque agradable y la atención del personal es destacable. Recomendado para disfrutar de un buen desayuno en el Restaurante Portucale antes de explorar la ciudad.

Recomendado para los que buscan buena relación calidad-precio

El desayuno era bastante bueno, tenía todo lo necesario, como pan fresco y café, pero lo que más me impactó fue la amabilidad del personal, siempre dispuestos a ayudar y con una sonrisa. La decoración marroquí le da un toque especial al lugar, me sentí realmente cómodo y en casa.

No fue barato, pero aun así aceptable.

Ubicación pintoresca, a 15 minutos del centro. Habitación amplia y luminosa, con decoración simpática. El desayuno muy copado, con buena variedad para arrancar el día. Ideal para quienes buscan un lugar acogedor para descansar después de recorrer.